Macri festeja por partida doble: fracturó al kirchnerismo y

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Macri festeja por partida doble: fracturó al kirchnerismo y tiene vía libre para avanzar con ambiciosa agenda de temas,
El debate por el acuerdo con los "fondos buitre" no solo fue la primera victoria resonante del gobierno de Mauricio Macri en el Congreso, sino que dejó en evidencia la fragilidad del bloque del Frente para la Victoria ya que muchos legisladores identificados con el kirchnerismo acompañaron la iniciativa oficial por pedido de sus gobernadores.
Al haber asumido la Presidencia, Macri se encontraba en una situación de clara minoría parlamentaria. Apenas 16 senadores sobre un total de 72 y 89 diputados de 257.
Este escenario lo obligó a buscar consensos y el apoyo de los gobernadores peronistas, quienes lograron influir en sus legisladores, al menos en la primera sesión del año. 
Tras la sanción de esta norma, los mandatarios provinciales podrán buscar financiamiento en el exterior -avalados por el Poder Ejecutivo nacional- para conseguir fondos que los ayuden a superar la crisis financiera que sufren desde hace unos años.
Mientras tanto, muchos respiraron aliviados tras haber recibido adelantos de dinero correspondiente a la coparticipación para afrontar sus deudas más urgentes.
El camino fue un poco más fácil de lo que se creía en un principio ya que durante la Asamblea Legislativa del 1° de marzo, Macri cuestionó la “pesada herencia kirchnerista” y varios referentes de Cambiemos admitieron que se podían complicar las negociaciones con senadores y diputados peronistas que apoyaron la administración de Cristina Kirchner. Pero ello no ocurrió.
De  esta manera, en el corto plazo, la Casa Rosada podrá avanzar en las siguientes leyes:
- La devolución del IVA a la canasta básica alimentaria.
- Reforma de la justicia: que incluya la sanción de una nueva ley de subrogancia de jueces y la modificación del Consejo de la Magistratura.
- La sanción de una ley de acceso a la información pública nacional y una norma que regule las compras públicas.
- Reforma penal para luchar contra el narcotráfico, con la sanción de la ley del arrepentido y que además se permita el decomiso de bienes obtenidos como consecuencias de ilícitos.
- La jornada extendida y obligatoriedad de la educación desde los 3 años. 
- La creación del Instituto de evaluación de la calidad educativa.
- La reforma electoral para implementar en las elecciones legislativas del 2017.
Además, ya tiene el aval de la Comisión de Acuerdos del Senado para que se debatan en el recinto de la Cámara alta los pliegos de los candidatos para cubrir vacantes en la Corte Suprema.
El Gobierno temía no llegar a los dos tercios de los votos (48 sobre 72), pero en la sesión para debatir sobre los pagos a los holdouts obtuvo 54 adhesiones, lo que demuestra que no se encuentra ante una nueva “misión imposible”.
Los únicos inconvenientes que podría encontrar en el corto plazo en el Congreso serán el rechazo al decreto de necesidad y urgencia (DNU) que elevó los pisos en el Impuesto a las Ganancias, ya que no lo apoya ningún partido ajeno a Cambiemos. En este punto, el Gobierno reconoce que la batalla está perdida y trabaja en un proyecto para modificar dicho gravamen y que entre en vigencia recién en 2017.
Además, el massismo y diputados de procedencia sindical de otros bloques presentaron propuestas para prohibir los despidos por un año y castigar a los empleadores que desvinculen a dependientes con el pago de una doble indemnización. 
Pero lo que más comenzó a preocuparle al macrismo es la reunión de un plenario de comisiones en el Senado para avanzar en el proyecto del puntano Adolfo Rodríguez Saá, para que el Gobierno deba pedir autorización expresa del Congreso para futuros endeudamientos.
Durante el debate en Diputados, el oficialismo aceptó “a regañadientes” ponerle un límite de u$s12.500 millones a la deuda que contraerá para pagarle a los holdouts. 
El proyecto original no establecía ningún tipo de tope, pero debió establecerse uno para que el Frente Renovador y el Bloque Justicialista (fundamentales para ayudar al macrismo en el Congreso) avalen la iniciativa.
Durante el debate en ambas cámaras, los partidos opositores y aliados circunstanciales pidieron una ley en el mismo sentido que la presentada por Rodríguez Saá.
La oposición tiene el número necesario para impulsar per se dicho proyecto y pasarle la pelota a Macri, para que decida si veta un proyecto que le imponga un límite para endeudarse. En caso de que así lo hiciera, podría correr el riesgo de perder apoyos para llevar a cabo su plan de Gobierno.
Dividió al kirchnerismo
Poco antes de la votación, el senador rionegrino Miguel Ángel Pichetto, jefe de la bancada del Frente para la Victoria, le pidió a su bloque y al Gobierno “tener políticas de construcción de consensos y de acuerdos" y remarcó que el macrismo “tiene un parlamento con una mayoría en contra” pero que “hay que encontrar los caminos, el diálogo y la política institucional responsable".
En ese aspecto, cuestionó el “uso desmedido de los DNU” durante los primeros días de mandato de Macri. Al igual que una veintena de senadores de su bloque, avaló el proyecto oficial.
Rodolfo Urtubey fue el primer senador nacional del FPV que adelantó su voto positivo al acuerdo entre el gobierno y los holdouts.
“Podemos apelar a nuestra mayoría (en el Senado) para condicionar” la “tentación del endeudamiento” del Gobierno, avisó el hermano del gobernador salteño.
En tal sentido, se mostró a favor de sancionar una ley para que todo endeudamiento pedido por el Poder Ejecutivo sea autorizado por el Congreso.
El rechazo a la propuesta macrista fue encabezado por el kirchnerismo duro, representado por las cuatro senadoras de La Cámpora y legisladores de Buenos Aires, Chubut, San Luis, Neuquén, Santa Cruz, Chaco y La Rioja -en el caso de estos dos últimos, contra el pedido de sus gobernadores-.
Una de las que se mostró más críticas fue la chubutense Nancy González quien rechazó el proyecto y denunció que “los gobernadores sufrieron una presión tremenda del Gobierno nacional” para impulsar el voto a favor.
En ese punto, la entrerriana Sigrid Kunath, una de las referentes del cristinismo en dicha provincia, se manifestó en contra pero votó a favor por expreso pedido del gobernador Gustavo Bordet.
Los formoseños Graciela de la Rosa, quien integra la comisión de Presupuesto y no acompañó con su firma el dictamen favorable de la iniciativa, y José Mayans, quienes iban a votar en contra, finalmente, apoyaron el proyecto por pedido del mandatario Gildo Insfran.
Durante el debate, De la Rosa sostuvo que acompañaría con su voto al oficialismo, aunque remarcó: "Éramos un grupo importante los que queríamos que este proyecto sufriera modificaciones”. Fue una de las que insistió en avanzar con el proyecto de Rodríguez Saá.
También se pensaba que la sanjuanina Marina Riofrío iba a oponerse, pero obedeció a la solicitud de Sergio Uñac, quien fue uno de los mandatarios provinciales que fue al Senado a apoyar abiertamente la ley de desendeudamiento. El otro representante del FpV por San Juan, Ruperto Godoy, se mantuvo firme y votó en contra.
Las riojanas Hilda Aguirre y Teresita Luna rechazaron el proyecto pese al pedido del gobernador Sergio Casas.
Una de las situaciones más claras de la división interna que sufre el FPV en el Senado quedó demostrada con los dos legisladores de la provincia de Buenos Aires, territorio ahora gobernado por Cambiemos. Mientras  Juan Manuel Abal Medina votó en contra, María Laura Leguizamón, una de las senadoras más cercanas a Cristina de Kirchner, lo hizo a favor.
El FPV cada vez más chico en Diputados
La precaria unidad del bloque del Frente para la Victoria (FpV) quedó expuesta en la primera votación del año en Diputados ya que tras la votación por los holdouts de hace dos semanas volvió a reducirse con la salida de la sanjuanina Graciela María Caselles, que votó a favor de la ley y que conformará un bloque unipersonal.
Antes de la reunión en el recinto, el cordobés Ramón Ernesto Bernabey, también armó un monobloque y apoyó al oficialismo.
Con la salida de Caselles el FPV-PJ tendrá 79 diputados y, aunque como bloque seguirá constituyendo la primera minoría, en cantidad de bancas estará más lejos del oficialismo: el interbloque Cambiemos, que integran el PRO, la UCR y la Coalición Cívica-ARI, tiene 89 miembros.
El bloque que conduce Héctor Recalde sufrió la más dura fractura en febrero, cuando el exdirector de la ANSES Diego Bossio conformó junto a otros 16 parlamentarios el Bloque Justicialista.
 
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